A Claudia le encanta el color rosa así que era lógico el tema que cogería para su cumpleaños: el color rosa! Compré farolillos rosas y globos en tonos rosa y gris para hacer contraste. El mantel fue de color beige para no quitar protagonismo a ninguno de los elementos.
Para comer, sandwiches variados de embutidos de pavo y sobre todo Nutella, que fue el más pedido de la tarde. Además hice una empanada de atún y huevo.
Los paquetitos de chuches de regalo los hice con papel reciclado y cordón de algodón, en las terminaciones del cordón coloqué corazones dorados y rosas. El paquetito estaba adornado con una tira de papel de rayas rosa cortados con un troquel de ondas.
Los vasos estaban decorados con corazones de lunares rosa. Las pajitas de las niñas tenían pegados grandes labios y las de los niños bigotes, así se veían muy graciosos cuando bebían. Sobre cada corazón escribí el nombre de un niño para personalizar aún más y que cada uno pudiera controlar su propio vaso.
Los sandwiches los hice de forma triangular (los de embutidos) y redondos los de Nutella y jamón para diferenciarlos mejor. Los de jamón estaban decorados con estrellas y los de Nutella con corazones rellenos de anises.
La tarta la hice de bizcocho rosa y la cubierta de una mezcla de nata y mascarpone, con una decoración muy simple de fresas. A Claudia le encantan las fresas y tiene la suerte de que su cumple coincide con la temporada, así que para que voy a hacerla de otra forma, ¿no?
Para hacer las fotos más originales opté por utilizar photoprops divertidos: gorros, máscaras, gafas, barbas, bigotes... cada uno se cogió el suyo y no sólo para la foto sino para ¡jugar!
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