Para la base:
200 gr. de galletas oreo (yo utilicé las de Hacendado).
100 gr. de mantequilla sin sal (aprox).
Para la tarta:
1 tarrina queso philadelphia o similar.
6 petit de fresa.
5 cucharadas soperas de azúcar.
1 vaso de leche (250ml).
6 hojas de gelatina.
1 molde desmontable.
Para la cobertura:
2 cucharadas grandes de mermelada de fresa (la de Hacendado no está muy triturada).
2 hojas de gelatina.
Unos 75 ml de agua.
Triturar las galletas, sin el relleno, hasta hacerlo casi polvo, mezclar con la mantequilla. Si queremos que la base quede crujiente poner menos mantequilla, si la queremos esponjosa tipo bizcocho poner un poquito más. Verter en el molde la mezcla compactando bien con las manos e introducir en el congelador durante 1 hora.
Calentar la mitad de la leche y remojar la gelatina en agua. Cuando ésta esté blanda echar en la leche caliente, ligar y remover hasta que desaparezca. Apagar el fuego y añadir el resto de la leche, remover y dejar la mezcla reservada.
En un bol poner el queso, los petits, el relleno de las oreo y el azúcar y batir con la batidora. Añadir la mezcla de leche y batir. La mezcla resultante ponerla sobre la base en el molde. Cuando esté un poco fría meter en el frigo para terminar de cuajar.
Ponemos un par de cucharadas de mermelada de fresa con un poco de agua caliente donde previamente se ha disuelto dos hojas de gelatina. Cubrir la tarta y dejar enfriar en el frigo de nuevo.
Una vez que esté todo bien cuajado ya podemos sacar del frigo, desmoldar y disfrutar de esta estupenda tarta ideal para los peques (y no tan peques) de la casa.